Trocanteritis y dolor lumbar: ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?
La relación entre la trocanteritis y el dolor lumbar es un tema que suele generar confusión. Muchas personas experimentan dolor en la cadera y en la zona lumbar sin entender cuál es el origen del problema. La pregunta es clara: ¿la trocanteritis es la causa del dolor lumbar o es el dolor lumbar el que termina provocando la trocanteritis?
Para responder a esta cuestión, es fundamental entender el origen de la trocanteritis, sin traumatismo o accidente de por medio para mí no es una lesión en sí misma, sino una consecuencia de un fallo mecánico en la cadera. Su aparición indica que algo no está funcionando bien en la estabilidad y movilidad de la articulación coxofemoral.
¿Qué es la trocanteritis y por qué no es el verdadero problema?
La trocanteritis es simplemente una inflamación del trocánter, una prominencia ósea en la parte lateral de la cadera donde se insertan múltiples músculos estabilizadores. Esta inflamación suele ser el resultado de un aumento de la compresión articular y de la sobrecarga en los tendones que se insertan en esta zona, lo que genera dolor y molestias.
Sin embargo, la trocanteritis no es el problema real, sino una señal de que hay un fallo mecánico en la cadera. Si el origen no se trata, la inflamación persistirá y el dolor se extenderá a otras estructuras, como la pelvis y la zona lumbar.
¿Qué causa la trocanteritis y cómo se relaciona con el dolor lumbar?
Existen dos caminos que pueden llevar a la coexistencia de la trocanteritis y el dolor lumbar:
1. Cuando la trocanteritis aparece primero y provoca un desequilibrio en la zona lumbar
Si los músculos de la cadera pierden elasticidad, la movilidad de la articulación coxofemoral se reduce. Esta rigidez genera un aumento de la compresión en la cadera, lo que provoca inflamación en el trocánter y altera el equilibrio pélvico.
Biomecánicamente hablando, cuando la pelvis pierde estabilidad, la columna lumbar absorbe más carga de la que debería. Como resultado, los discos intervertebrales reciben un exceso de presión, lo que puede derivar en dolor lumbar e incluso en lesiones como protusiones o hernias discales (Kapandji, I.A. - Fisiología Articular).
2. Cuando el dolor lumbar aparece primero y provoca trocanteritis
En otras ocasiones, una lesión lumbar preexistente genera una mala mecánica del cuerpo, lo que afecta la forma de caminar y moverse. Cuando esto ocurre, la carga sobre la cadera no se distribuye de manera eficiente, lo que lleva a un sobreesfuerzo en los músculos estabilizadores y termina provocando la inflamación del trocánter mayor.
Si recurrimos a la fisiología médica, según el Guyton & Hall, Tratado de Fisiología Médica, cuando un músculo trabaja bajo estrés constante sin la estabilidad necesaria, se produce una respuesta adaptativa que genera rigidez y acortamiento muscular, limitando el rango de movimiento y aumentando la presión sobre las articulaciones.
El papel del déficit de fuerza en estabilizadores de cadera
Independientemente de cuál haya sido la lesión inicial, el problema de base suele estar en un déficit de fuerza en los estabilizadores de cadera. Cuando los músculos estabilizadores no pueden mantener la articulación en equilibrio:
- Se genera rigidez muscular como mecanismo de protección.
- La rigidez provoca limitación en la movilidad de la cadera.
- La falta de movilidad aumenta la compresión articular.
- La cadera se bloquea y se sobrecargan otras estructuras, como la columna lumbar.
Esta cadena de compensaciones biomecánicas explica por qué muchas personas con trocanteritis terminan desarrollando problemas lumbares, y viceversa.
Según la evidencia científica, un metaanálisis en The Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy (Laird et al., 2018) concluyó que las restricciones en la movilidad de la cadera están directamente relacionadas con el aumento de la carga en la columna lumbar, favoreciendo la aparición de patologías degenerativas.
Diferenciar síntomas de causas: la clave para solucionar el problema
Uno de los errores más comunes en el tratamiento de la trocanteritis y el dolor lumbar es centrarse en aliviar el síntoma sin corregir la causa. Tanto la inflamación del trocánter como el dolor lumbar son consecuencias de un problema de movilidad y estabilidad en la cadera.
Tratar solo el dolor con antiinflamatorios o reposo puede aliviar los síntomas temporalmente, pero no soluciona el origen del problema.
Para eliminar el problema de raíz es necesario:
- Restaurar la movilidad de la cadera, liberando las restricciones articulares.
- Trabajar la elasticidad muscular, para reducir la compresión sobre el trocánter y la pelvis.
- Fortalecer los músculos estabilizadores, evitando que la cadera se bloquee y afecte a la zona lumbar.
- Corregir la biomecánica del cuerpo, para evitar compensaciones que sobrecarguen otras estructuras.
Conclusión
El debate sobre qué aparece primero, si la trocanteritis o el dolor lumbar, no tiene una única respuesta, porque ambos pueden ser consecuencia de un fallo mecánico en la cadera.
La clave no está en tratar la inflamación del trocánter ni en centrarse solo en la columna lumbar, sino en recuperar la movilidad, la elasticidad y la estabilidad de la cadera para evitar que estas compensaciones se conviertan en lesiones crónicas.
Si sufres de dolor lumbar o trocanteritis recurrente, es momento de analizar si realmente estás tratando la causa del problema o solo sus síntomas.
Para profundizar más en este tema, te invito a ver el vídeo que acompaña este artículo en mi canal de YouTube.
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